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Datos de interés a la hora de cultivar ajo

Es muy importante saber ¿cómo? ¿cuándo? y en qué momento empezar una cosecha de ajo, el estudio de la tierra, el clima y las estaciones del año son importantes para su desarrollo, hay que tomar en cuenta que siendo el ajo un ingrediente muy noble su cuidado debe estar bien vigilado y monitoreado. La base para tener una buena cosecha es obtener una tierra fértil, así que en este artículo te daremos varios tips para obtener ese ajo soñado desde casa.

Lo primero que hay que tomar en cuenta es saber la estación del año en la que te encuentras, teniendo en cuenta las condiciones climatológicas normalmente se recomienda otoño y primavera siendo estas la que te ofrecen un tierra más fértil para el plantado del ajo. Muchas personas piensan que utilizando otro tipo de ambiente se le dará la cosecha, también debemos tomar en cuenta el volumen recomendado para plantar en maceteros, la profundidad mínima del macetero, distancia entre planta y otra en el huerto y sobre todo la distancia entre líneas en el huerto para que su crecimiento sea óptimo.

Siendo una planta que se adapta muy fácilmente al clima ya que se caracteriza por ser un poco rústica, normalmente en climas templados y climas mediterráneos su crecimiento es excelente, pero en climas tropicales y subtropicales su crecimiento tiende a dificultarse.

Algunos estudios recalcan que el ajo puede soportar temperaturas de hasta -10º C y temperaturas de más de 25º C en estado vegetativo por ser una planta rústica, realmente no es una planta muy exigente para el clima, pero dependiendo de él, su sabor varía dándole desde un gustillo picoso que se obtiene en climas fríos, hasta ese sabor dulzón por ser sembrados en climas calientes. Muchas personas señalan que la exposición al sol es muy valiosa para el crecimiento del ajo, pero siempre manteniendo su suelo húmedo, siempre tomando en cuenta que la poca humedad hará que el crecimiento del ajo sea muy pequeño y el exceso de húmedad tampoco sea bueno.

El ajo y la climatología van tomadas de la mano y no sólo nos referimos al clima sino a la preparación del suelo donde será sembrado, debemos tener en cuenta que su crecimiento exige un suelo fértil y muy ligero agregando una capa de estiércol, fertilizante o cualquier abono apropido para esta planta.

Se recomiendan las estaciones de otoño y primavera ya que son las que brinda un clima de humedad perfecto para el ajo si se quiere obtener un excelente cultivo sin necesidad de regar a diario la planta, es importante siempre limpiar la maleza y cuidarla de insectos o hongos que solo aparecen en esta época del año. La cosecha del ajo es muy importante ya que con ella el suelo donde se va a volver a trabajar con ellos no deben presentar ningún riesgo o daño.

La selección de la semilla es una de las cosas más importantes a tratarse en estos casos, ya que el ajo es una planta que crece vegetativamente, se debe tener muchísimo cuidado al escogerlas ya que dependiendo del tamaño que se escoge influye en el rendimiento y la calidad de la cosecha. Es importante desgranar el bulbo unos días antes de la cosecha para evitar que se deshidrate ya que el almacenaje de la semilla desgrana quitándole humedad al bulbo, después de sembrarla se hace el primer riego con mucho cuidado dejando que el agua corra lentamente por toda la tierra, esperando diez días para volver a aplicar el segundo riego obviamente todo dependiendo a las condiciones climáticas en las que te encuentres.

Normalmente el riego de la planta se hace dentro de 15 a 25 días de cada riego, luego cuando la temperatura comienza a elevarse los riegos son más frecuentes siendo así intervalos de entre 8 a 10 días y el ultimo riego debe elaborarse entre 10 a 25 días antes de la cosecha.

Para la cosecha del ajo se recomienda tomar en cuenta el tallo si se muestra flojo y no presentan resistencia al doblarlo y los bulbos marquen perfectamente los dientes periféricos y la envoltura esté bastante seca y cuando las capas de los dientes muestre un tono traslúcido es un buen momento para cosecharlos, también se toma en cuenta, suspender el riego por 10 a 15 días para que haga todo el proceso que se señaló anteriormente, el bulbo se arranca y se sacude para quitarle los restos de tierra sin la necesidad de golpearlo contra otro o contra el suelo para evitar daños en él.